Historias de fotógrafos

Adoro a Mario Giacomelli, el gran fotógrafo italiano, por dos razones: primero, su obra alucinada, alucinación toscana y en blanco/negro, la gente los paisajes esos niños y segundo por que se definía como "fotógrafo de domingos": era imprentero, salía sólo los domingos a fotografiar, y nunca salió de su aldea, por más retrospectiva neoyorquina de alto vuelo armaran o premio parisino hubiera. "gracias, gracias", decía, sentado tomando el vermú con los amigos.